Nos faltaba la música



Resulta que se encontraron,
tres primos con un cuñado.
Una chica de la infancia,
amigos y un colombiano.
"Un cabeza de familia" y 
un tamborilero Charro.
Cogieron los instrumentos 
y se produjo la magia.
Con un badil, un caldero.
Cuatro cestos, unas brasas, 
varios kilos de castañas.
No contaban con más armas,
para montar una fiesta
allá donde reclamaran.
Jugaron con los pequeños,
con calbocheros, romanas.
Aprendieron con los mayores, 
de sus vivencias pasadas.
Disfrutaron y rieron.
Trabajaron y sufrieron.
¡Lucharon la temporada!

cada día que pusieron ...
                           ... Al mal tiempo; buena cara.

Se acerca el fin del viaje.
                                    - al menos de este trayecto-
pues muy pronto surcaremos
en busca de nuevos puertos.
Así fue esta temporada.
Estos son nuestros recuerdos.












































































































































































Despedimos el 2015 y dimos la bienvenida al 2016 en el que entramos cogidos de la mano para afrontar la recta final de esta frenética temporada que nos sigue deparando grandes y gratos momentos. Una campaña que nos ha llevado a rincones fascinantes y a compartir con miles de personas una fiesta cada vez más entrañable. De cada sitio, de cada castañada cada uno guardamos nuestro recuerdo especial, aunque sea pequeñito pues a pesar de no contar con mucho tiempo entre una castañada y otra, en todas ellas siempre ha habido un momento mágico o especial que las hecho únicas y diferentes.


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Comenzamos a finales de Octubre "cuando se instalo el Otoño" y durante dos meses hemos ido "a toda castaña" pero sin "perder la esencia". Viendo como la suma de "aquellas pequeñas cosas" nos hicieron ver que nos faltaba la música para que la tradición continúe viva, para que siga la fiesta.
















Un año más hemos podido modesta y humildemente pero con gran entusiasmo participar de la labor social y voluntaria con algunas de las muchas asociaciones salmantinas que trabajan por y para mejorar, ayudar y apoyar a cientos de personas que entre todas suman " Muchas capacidades" Vaya desde aquí nuestro pequeño agradecimiento.





También hemos defendido nuestros puntos de venta tanto en la ciudad como en diferentes rastros y mercados o ferias. Apostados cual valientes soldaditos tras nuestros calderos, combatiendo largas horas y duras jornadas, removiendo mil castañas y siempre mirando al cielo para adivinar el tiempo de este invierno templado.








Todo esfuerzo conlleva su recompensa y es por ello que pudimos sacar tiempo para reunirnos un rato, regalarnos unas risas, brindar de iguales a iguales " sin patronos" y sin mandos formando todos equipo donde trabajo y tradición también fueran divertidos.












Aunque esto no se ha acabado. ( No ha pasado el último cura) Nos queda un último esfuerzo para acabar de llevar nuestra nave a buen puerto, y poder seguir degustando este preciado fruto hasta finales de Enero.

Hasta pronto. Nos vemos en la calle.
Asadina somos todos.