Mayores de edad


Todo empezó como un juego,
todo partió de la nada.
Hace dieciocho años
y otras tantas temporadas,
que descubrimos un mundo
al olor de las castañas.
Un caldero y unas brasas,
apostado en una esquina.
Poniendo "pecho" a la calle.
Poniendo a la vida "cara"
Apenas unos imberbes,
apenas de una castaña.
Así fuimos cada otoño
aprendiendo y cultivando
este noble y duro oficio
que con mucho sacrificio, 
transformamos en "empresa"
Pasamos de ser los jovenes
a cumplir ya los cuarenta
y a enseñar a los retoños:
que sin raices no hay alas
ni ha erizos sin espinas
que hoy el sueño se cumplió
lo llamamos ...
... ASADINA

¡A por otra temporada!
                                                                  

                                                                                                                              - el caballero de la triste badila-


El caballero de la triste badila

Pues así con gran ilusión y con fuerzas renovadas empezamos otra temporada más en la que como bien dice este ripio inaugural cumplimos nuestra mayoría de edad en torno a este fruto seco de la castaña. Un gran reto para todo el equipo de Asadina pues entendemos que no puede ser una campaña más. Es el momento de seguir avanzando y seguir creciendo y mejorando cada año. Aprendiendo de los errores pasados y subir otro peldaño más en cuantos aspectos rodean a este noble oficio del castañero; imagen, logística, conocimientos,  etc. Y por supuesto también del fruto; calidad, almacenaje, conservación, variedades, venta y distribución... 





Bien es cierto que la pasada temporada fue el año más dificultoso en cuanto a castañas se refiere pues una primavera y un  verano de más de seco sin apenas lluvias y un otoño e invierno de elevadas temperaturas hicieron que la castaña escaseara y fuera muy seca como tónica general, imposible de almacenar en condiciones óptimas y mermando la calidad durante gran parte de la campaña.


castaña afectada por sequía

castaña enmohecida


 A pesar de ello salimos a las calles y ocupamos nuestros puestos. Recorrimos decenas de colegios, pueblos, residencias,barrios y otros tantos lugares como nos fue posible llevando hasta cada uno de ellos esta  tradición tan nuestra y el inconfundible aroma a castaña recién asada. Afrontamos la mayor castañada acaecida hasta el momento siendo capaces de asar 400 kilos de castañas y repartiendo miles de raciones para todos aquellos amigos que se acercaron a compartir con nosotros esta entrañable fiesta. Pero a pesar de todo esto no tuvimos más remedio que recoger nuestros "bártulos" sin ni siquiera poder llegar hasta las fechas navideñas.


preparación de la  exposición de utensilios

castañas frescas

reparto de castañas

reparto de castañas

staff Asadina

castañero de Asadina

llegada al evento


 Y así mirando hacía atrás llegamos a una nueva temporada. Diez meses después y después de haber pasado una primavera y un verano lleno de aventuras y enfrascados en nuevos proyectos nos llega el momento de volver a "chiscar" los calderos y volver a salir a las calles para mimetizarnos con el otoño (cada vez más tardío)  y configurar así una entrañable estampa de olores y colores que conforman esta estación.


nueva actividad



patatas asadas


asadores de patatas
Cuentapueblos con Asadina

nueva actividad Archery Tag

nueva actividad veraniega

juegos populares

fiesta de la espuma

animación infantil



Lo primero que hemos hecho ha sido buscar y palpar el fruto en su origen y para ello nos hemos acercado hasta nuestras sierras para comprobar como viene la cosecha y ser participes de todo el proceso que conlleva la castaña desde su plantación, floración recogida etc. De la mano de un ya más amigo que proveedor hemos podido ver, escuchar y sobretodo aprender todo cuanto ha sido posible de este fruto seco. Un agradable e instructivo "paseo entre castaños" con el amigo "Satur" que nos ha servido para empaparnos y poder entender un poquito más si cabe la cultura de gran parte de los pueblos de esta zona de la Sierra de Bejar, una de las más productoras de la provincia y lo que la castaña ha significado para sus gentes durante muchos años y durante varias generaciones. Es indescriptible ver el brillo de sus ojos al irnos narrando y relatando no solo sus conocimientos sobre los castaños, como injertarlos, cuidarlos, podarlos, regarlos etc. pero también como a través de sus anécdotas podías intuir como ha sido su infancia, su adolescencia y su madurez en esa tierra de castañas como es el pueblo de El Cerro: "... Mira en ese castaño de allí abajo me tuve que refugiar junto con mi hermana cuando nos cogió una tormenta que casi nos hizo llorar de miedo..." "... Ese castaño de ahí es un árbol centenario y hace apenas dos años que se ha secado para siempre... " " estos castaños de aquí son castaños para madera y son tan altos porque al estar tan juntos van creciendo hacía arriba buscando la luz del sol" "... Este otro lo he injertado hace dos años y ya tiene varios brotes..." " Mira y este de aquí fue el primer castaño que yo plante con mi padre; me acuerdo perfectamente..."
Y así una y otra hora con una ilusión desbordante por su trabajo, por sus fincas y castaños henchido de emoción por poder trasmitir toda esta cultura para muchos desconocida. También con cierto recelo y pesadumbre del esfuerzo que todo ello conlleva y que la gran mayoría de personas ignora el arduo trabajo que supone en estos tiempos ser recolector de castañas y lo poco valorado que muchas veces esta este oficio (por desconocimiento generalmente)  Pero a pesar de todo acabamos la jornada brindando por una buena cosecha, una buena temporada y con la promesa de seguir trabajando juntos mano a mano él desde el campo y nosotros desde la calle  por revalorizar y llevar la castaña y sus tradiciones lo más lejos posible. Quiero desde esta pequeña ventana agradecer tanto a Satur como a su familia su buen hacer, su trato y recibimiento con estos humildes castañeros y sirvan estas letras como pequeño homenaje a vuestra labor para que perdure en el tiempo.


castaño en Cantagallo

finca de castaños

injerto de castaño

brote de castaño

castaño seco

castaño centenario

castaño del Cerro

finca de castaños

paseo entre castaños

castañas en erizo

sierra de Bejar 

Paisaje del Cerro

castaño injertado

primeras castañas


paisaje del Cerro

sierra de Bejar

¿una pregunta...?

castaños jovenes


Ahora nos quedan unos días de reuniones, papeles, permisos y demás burocracias necesarias para que lleguemos al meollo del asunto y poder zarpar un otoño más esta pequeña "nave" de Asadina que a través de un mar de hojas esperemos que también llegue hasta tu puerto para que puedas un otoño más sentir que las noches son más gratas al calor de la lumbre y al olor de las castañas...

Hasta pronto. Nos vemos en la calle.
Asadina somos todos.







Erase una vez

Erase una vez , en un pequeño garaje, la víspera de Los Santos cuando el reloj ya marcaba más los primeros acordes del nuevo día que las infatigables horas de trabajo del día propio, cuando María; la agricultora y Felipe; el castañero se encontraban en aquel lúgubre sótano para descargar las que serían las primeras castañas de la temporada.

- ¿ Sabes qué Felipe? - preguntaba María mientras acarreaba un saco de castañas al hombro.
               Me acuerdo, perfectamente del día que yo plante los castaños con mi padre. Habrán pasado más de veinte años, pero lo recuerdo como si fuera ayer.
Felipe; el castañero. la miro en silencio mientras extendía y pesaba todos aquellos frutos que a él le parecían el mayor tesoro que la naturaleza daba al llegar el otoño. Se imaginaba todas aquellas castañas saliendo de sus  erizos como si fueran perlas brillantes que emergen de las ostras.
- ¿ Sabes qué es lo mejor de todo? - respondía por fin el castañero que parecía haber descansado viendo su almacén repleto de hermosas y gordas castañas-  Que dentro de otros veinte años nuestros  hijos podrán seguir recogiendo y vendiendo las castañas si ellos quieren. Así que quizás todo este esfuerzo al final si tenga su recompensa.
-¿Sabes que te digo Felipe? - replicaba la agricultora sonriendo-  creo que hay que estar un poco loco o querer mucho esto que hacemos pues no es muy normal pedir vacaciones para irte al pueblo a recoger castañas, o pasarte largas tardes de invierno apostado a la intemperie para vender tus castañas u otras mil letanías que pasamos cada año al llegar la temporada  a cuenta de las castañas.
- Yo también estoy cansado María. ¡Pero que sea por muchos años! ¡Buena cosecha; Agricultora!
- Buena temporada; castañero.


almacén de materiales





castañas frescas

pequeño castañero Rodrigo

 atípico erizo con 7 castañas

Y así a modo de "cuento" arranco esta larga temporada de castañas allá por finales de octubre cuando "chiscamos" nuestros calderos para hacer la primera castañada de cuantas hemos realizado durante esta campaña. Casi ciento veinte  días asando y despachando miles de castañas que hemos repartido para todos aquellos amigos, clientes y usuarios que una temporada más ( y van 16) han querido acercarse para degustar con nosotros este preciado fruto.

castañero de Asadina

castañera de Asadina


reparto de castañas






castañera de Asadina

Que esta haya sido la temporada mas longeva de cuantas esta pequeña gran familia de Asadina hemos abordado no es fruto de la casualidad sino más bien la consecuencia de cada año querer superarnos y aprender un poco más acerca de este fruto seco y sus técnicas de conservación y almacenamiento para poder obtener una fruta más fresca y durante más tiempo. Cosa de gran importancia sobretodo por tratarse de un producto estacional. También hay que recordar que esta campaña empezó tardía la recogida de castañas pues las elevadas temperaturas impropias de otroras décadas donde los otoños eran más gélidos y la falta de agua hacían presagiar una no muy buena cosecha. Por fortuna los castaños florecieron y trajeron en sus erizos una buena castaña en cuanto a calidad se refiere aunque en menor producción y cantidad que años anteriores.


castaño

castaña fresca


tanque de flotación para seleccionar castañas



selección de castañas

almacen de castañas

Pero aun así, a pesar de las vicisitudes y contra viento (lluvia) y marea estos valientes castañer@s nos echamos una temporada más en busca de ciento y una aventuras castañiles por esos pueblos y parajes, por esas plazas y calles. Donde calentar mañanas, donde repartir castañas. Donde lo poco se hace mucho; donde la ilusión se lleva en un simple cucurucho. Donde nostalgia y recuerdo de la lumbre y de la brasa se transforman en aroma de rica castaña asada.



























La temporada arriba a su fin. Hay quien ya piensa en la siguiente, pero es hora de descansar (que no echarse a la Bartola) pues quizás lo emotivo de este oficio del castañero es pensar que a pesar de ser un "oficio estacional" cada año es un volver a nacer o volver a empezar. un nuevo reto una nueva temporada. Algo cíclico como volver a echar raíces y volver a florecer, seguir creciendo, seguir dando frutos... en definitiva seguir viviendo. De esta temporada me llevo el buen hacer y el esfuerzo que hemos puesto para superarnos un año más y ser capaces de afrontar nuevos retos y llevarnos a  estar presentes en grandes e importantes eventos donde con orgullo y humildad quisimos llevar este fruto y este oficio con un lema por bandera: " que continué viva esta tradición de las castañas" Me llevo también un cachito de todos y cada uno de los lugares que hemos visitado y de todas y cada una de las personas que hemos conocido al calor de la lumbre o al sabor de las castañas
Es difícil plasmar en palabras, ni siquiera en imágenes la cantidad de emociones y sensaciones que nos deparan tantos días y tantas horas detrás de los calderos y badila en mano removiendo las castañas. Una montaña rusa que vamos surcando gracias al apoyo de todos y cada uno de los que de una manera u otra forman parte de esta "bendita locura" llamada Asadina. Un año más; Gracias.






























Y ahora puedo brindar,
ya puedo alzar esta copa:
Decir Asadina es decir fiesta.
Es decir alegría y magia.
Es brindar por este equipo
y que viva la castaña.


¡Hasta pronto, nos vemos en la calle!
Asadina somos todos.