¡Qué hay de nuevo amigos!

Pues aquí estamos otro año más, otro otoño menos. Desempolvando nuestros mandiles que atrás quedaron guardados allá por finales de enero. Entre medias casi nueve meses, cuarenta semanas de gestación para esta nueva temporada de castañas que aunque tardía ya empieza a asomar la cabeza.


 Menos calores.
Lluvias y vientos.
 el frió que no llega; pero demosle tiempo.
se van cayendo las hojas,
que alfombraran nuestros suelos.
La tierra; nuevas cosechas
las castañas caen del cielo
ya nos envuelve el Otoño...
... ya se ven los castañeros.

                                                                - el caballero de la triste badila-






Y aquí estamos esta pequeña gran familia que formamos Asadina. Dando los últimos retoques y poniendo a punto nuestra pequeña nave que nos llevara a surcar y recorrer infinidad de caminos y avatares para llevar hasta todos los rincones unas ricas castañas asadas.







Tras un primer contacto con las serranías de nuestra provincia hemos podido comprobar como a pesar de estar casi en noviembre, el fruto no se encuentra en su punto óptimo de madurez, estando bastante verdes aún erizos y castañas augurando quizás no solo una menor producción si no una castaña más pequeña de lo deseada. Esperemos que estas lluvias de última hora hayan llegado a tiempo y nos ayuden a conseguir unos buenos " calboches"




Como siempre uno de nuestros principales objetivos es conservar y apoyar nuestras tradiciones y es por ello que arrancaremos la temporada participando en el xxx aniversario a la subida de el Mariquelo a la Catedral Nueva de Salamanca. Lo haremos de la mejor manera que sabemos hacer, asando castañas para nuestros "charros" y poniendo la nota de calor y de color en esta emotiva ascensión.




Y así siguiendo el legado de nuestros ancestros arrancamos otra campaña con la misma ilusión con la que año tras año desde hace más de tres lustros empezamos esta bonita historia que nos ha traído hasta aquí para colarnos por una pequeña rendija y llevar hasta su mesa el inconfundible aroma de unas ricas castañas asadas.











Hasta pronto. Nos vemos en la calle.
Asadina somos todos.


Nos faltaba la música



Resulta que se encontraron,
tres primos con un cuñado.
Una chica de la infancia,
amigos y un colombiano.
"Un cabeza de familia" y 
un tamborilero Charro.
Cogieron los instrumentos 
y se produjo la magia.
Con un badil, un caldero.
Cuatro cestos, unas brasas, 
varios kilos de castañas.
No contaban con más armas,
para montar una fiesta
allá donde reclamaran.
Jugaron con los pequeños,
con calbocheros, romanas.
Aprendieron con los mayores, 
de sus vivencias pasadas.
Disfrutaron y rieron.
Trabajaron y sufrieron.
¡Lucharon la temporada!

cada día que pusieron ...
                           ... Al mal tiempo; buena cara.

Se acerca el fin del viaje.
                                    - al menos de este trayecto-
pues muy pronto surcaremos
en busca de nuevos puertos.
Así fue esta temporada.
Estos son nuestros recuerdos.












































































































































































Despedimos el 2015 y dimos la bienvenida al 2016 en el que entramos cogidos de la mano para afrontar la recta final de esta frenética temporada que nos sigue deparando grandes y gratos momentos. Una campaña que nos ha llevado a rincones fascinantes y a compartir con miles de personas una fiesta cada vez más entrañable. De cada sitio, de cada castañada cada uno guardamos nuestro recuerdo especial, aunque sea pequeñito pues a pesar de no contar con mucho tiempo entre una castañada y otra, en todas ellas siempre ha habido un momento mágico o especial que las hecho únicas y diferentes.


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Comenzamos a finales de Octubre "cuando se instalo el Otoño" y durante dos meses hemos ido "a toda castaña" pero sin "perder la esencia". Viendo como la suma de "aquellas pequeñas cosas" nos hicieron ver que nos faltaba la música para que la tradición continúe viva, para que siga la fiesta.
















Un año más hemos podido modesta y humildemente pero con gran entusiasmo participar de la labor social y voluntaria con algunas de las muchas asociaciones salmantinas que trabajan por y para mejorar, ayudar y apoyar a cientos de personas que entre todas suman " Muchas capacidades" Vaya desde aquí nuestro pequeño agradecimiento.





También hemos defendido nuestros puntos de venta tanto en la ciudad como en diferentes rastros y mercados o ferias. Apostados cual valientes soldaditos tras nuestros calderos, combatiendo largas horas y duras jornadas, removiendo mil castañas y siempre mirando al cielo para adivinar el tiempo de este invierno templado.








Todo esfuerzo conlleva su recompensa y es por ello que pudimos sacar tiempo para reunirnos un rato, regalarnos unas risas, brindar de iguales a iguales " sin patronos" y sin mandos formando todos equipo donde trabajo y tradición también fueran divertidos.












Aunque esto no se ha acabado. ( No ha pasado el último cura) Nos queda un último esfuerzo para acabar de llevar nuestra nave a buen puerto, y poder seguir degustando este preciado fruto hasta finales de Enero.

Hasta pronto. Nos vemos en la calle.
Asadina somos todos.